Contaba 20 años cuando efectuó su ingreso en nuestro Instituto de Siervas de María, el 23 de Agosto de 1886, en la Casa Madre. Conoció a nuestra Fundadora,
Santa María Soledad, siendo Ella quien le admitió y de cuyas manos recibió el Santo Hábito, el 14 de Noviembre de 1886. Efectuada su Profesión Temporal el 18 de Diciembre de 1887, fue destinada a Puerto Rico, donde emite su Profesión Perpetua el 18 de Diciembre de 1894. Durante todos estos años, estuvo dedicada de lleno en el ejercicio del cuidado de los enfermos en sus propias casas, destacándose por su esmero y exquisita caridad, y al mismo tiempo que aliviaba sus cuerpos, se interesaba por la salud espiritual de sus almas.
A los 38 años de edad, es nombrada Superiora de la Comunidad de Guanajuato (México), cargo que ejerció con gran caridad y solicitud, hasta el año 1909 en el que fue destinada para desempeñarlo en la Comunidad de Durango. Pasó con el mismo cargo a la casa de Puebla, donde vivió la terrible Revolución de México. Desde allí dispusieron los Superiores trasladarla a España, en Agosto de 1916, donde le confiaron de nuevo el cargo de Superiora de la casa de Mataró, hasta 1921, pasando asimismo por las de Alcoy y Barbastro, dejando siempre en el desempeño de esta misión, el mismo celo e interés hacia las Hermanas.
En Octubre de 1929, al ser erigida la Provincia de Madrid, es trasladada a la misma como Consejera Provincial y Superiora de Pozuelo de Alarcón, hasta que en 1934, viendo que sus fuerzas naturales no le permitían seguir en tan delicado cargo, fue trasladada con gran pena por parte de los Superiores, a la enfermería de Madrid, siendo modelo de virtudes para quienes la cuidaban y visitaban. El año 1936, ante el gran peligro que corrían nuestras amadas ancianitas en Madrid, se dispuso el traslado de Madre Aurelia a la casa de Pozuelo de Alarcón, para que gozara de más paz y tranquilidad, aunque los planes de Dios bien se han visto, eran muy diferentes.
En Julio de 1936, se declaró la guerra civil en España, nuestra casa fue tomada y las Hermanas tuvieron que dispersarse entre las familias conocidas, estando sometidas a una estrecha vigilancia y en absoluta incomunicación las unas de las otras.
Madre Aurelia con otras tres Hermanas más, fue reconocida como religiosa y sin negar en ningún momento su condición de consagrada, fue elegida para el martirio. Es muy probable que Madre Aurelia muriera en la noche del 6 al 7 de Diciembre de 1936 en Aravaca (Madrid).
SOR AURORA LÓPEZ GONZÁLEZ
Sor Aurora nació en San Lorenzo (Madrid), el 28 de Mayo de 1850. Recibió el Sacramento del Bautismo el 30 de Mayo del mismo año poniéndole el nombre de Justa. Dos años más tarde recibió el Sacramento de la Confirmación.
Sus padres la educaron cristianamente desde su niñez. El 20 de Marzo de 1874, ingresó como Postulante en las filas de las Siervas de María, en nuestra casa de El Escorial, pasando al poco tiempo al Noviciado de Madrid, para formarse en él, según nuestras Constituciones. El 14 de Mayo del mismo año vistió el Santo Hábito, cambiando su nombre por el de Sor María Aurora. El 24 de Junio, hizo sus primeros Votos con el fervor que el caso lo requiere y el 2 de Julio de 1897, emitió sus Votos Perpetuos en la Casa Madre.
El año 1885 fue nombrada Superiora de Arévalo. Volvió a Madrid en 1893, luego la destinaron a El Escorial, donde desempeñó el cargo de Consiliaria. Residió también en las Comunidades de Salamanca, Alcalá de Henares, Cabeza del Buey, Jaén, Ciudad Real y por último en Pozuelo de Alarcón.
En su larga vida religiosa, nuestra Hermana se mostró muy amante del Instituto y sacrificada en el ejercicio de los ministerios, en el cuidado de los enfermos en sus domicilios, compartiendo con las jóvenes religiosas, su rica experiencia.
A pesar de su ancianidad, ya que al tiempo de su muerte, era la religiosa más antigua del Instituto (62 años de vida religiosa), era muy fervorosa, le gustaba ser puntual para acudir a los actos de comunidad y recordaba con frecuencia la presencia de Dios. Era trabajadora y muy animada en las recreaciones.
Al llegar los momentos de la prueba, Sor Aurora se amoldó a todo con una docilidad admirable, aunque al quitarse el hábito gruesas lágrimas corrían por sus mejillas. Supo dar prueba en todo momento de serenidad y abandono a los planes del Señor sobre ella.
En Julio de 1936, nuestra casa de Pozuelo de Alarcón fue tomada por los revolucionarios y las Hermanas tuvieron que dispersarse entre las familias conocidas, estando completamente incomunicadas las unas de las otras y sometidas a una estrecha vigilancia.
Sor Aurora, junto con las otras tres Siervas de María, fue reconocida como religiosa y fue escogida para el martirio. Es muy probable que Sor Aurora muriera en la noche del 6 al 7 de Diciembre de 1936, en Aravaca (Madrid).
SOR DARÍA ANDIARENA SAGASETA
Nació Sor Daría en Donamaría (Navarra), el día 5 de Abril de 1879, recibiendo las Aguas Bautismales al día siguiente, donde le fue impuesto el nombre de Engracia. Sus padres se esmeraron en darle una cristiana educación y muy pronto se vio el fruto de sus desvelos, con la colaboración de la gracia.
A los 23 años, ingresó en el Instituto de las Siervas de María, el 9 de Noviembre de 1902, en la casa de San Sebastián, pasando a los pocos días al Noviciado de Madrid. Recibió el Santo Hábito el 19 de Abril de 1903, emitiendo sus Votos Temporales el 4 de Mayo de 1905, siendo destinada a la casa de Zaragoza, donde permaneció hasta 1910, ejerciendo nuestro hermoso ministerio de caridad junto a los enfermos, con celo e interés. Pasó luego a la casa de Ciudad Real y al año de estar allí, fue trasladada a Madrid emitiendo los Votos Perpetuos el 5 de Mayo de 1913.
No tardó en enfermar de una úlcera de estómago, distinguiéndose durante todo el tiempo que le duró la afección, por su espíritu de humildad y mortificación.
En el año 1922, se le destinó al Noviciado de Madrid con el cargo de Auxiliar, misión que desempeñó con grandísima edificación de todas, siendo un modelo de virtudes para las novicias; la caridad para con éstas era la de una madre, sacrificándose por todas, siempre que la necesidad lo pedía. Esta delicada misión la ejerció por espacio de ocho años, al cabo de los cuales, fue destinada a la casa de Pozuelo de Alarcón, donde desempeñó los cargos de Secretaria Consiliaria en 1932.
En esta Comunidad también fueron visibles y admiradas sus hermosas virtudes, edificando a todas por su porte afable y religioso.
En 1936, fue detenida por los revolucionarios en unión de Madre Aurelia y Sor Aurora. Según la familia que las albergaban fue Sor Daría, quien, al ser objeto de insultos y vejaciones al sospechar que eran Religiosas, afirmó: “Somos, en efecto, Religiosas; pueden hacer lo que quieran de nosotras, pero yo les suplico, que a esta familia no les hagan nada, pues, al vernos sin casa y autorizados por el Comité de Pozuelo, nos recibieron en la suya por caridad”.
Sor Daría fue escogida para el martirio, que tuvo lugar probablemente en la noche del 6 al 7 de Diciembre de 1936 en Aravaca (Madrid).
SOR AGUSTINA PEÑA RODRÍGUEZ
El Señor concedió a Sor Agustina la gracia del martirio en plena juventud. Dichosa ella, que fue hallada digna de tal don. Nació Sor Agustina en el pueblo de Ruanales (Cantabria), el día 23 de Marzo de 1900 y el 25 del mismo mes, fue regenerada con las Aguas Bautismales, imponiéndole el nombre de Anunciación.
Sus padres se esmeraron en darle una educación profundamente cristiana. No tarda en hacerse presente en su vida el dolor. Con la muerte de su madre, conoció pronto las privaciones y el trabajo, que forjaron en ella un espíritu austero, laborioso y sensible a las necesidades de los demás.
Dios la guardaba para sí. El día 14 de Diciembre de 1924, ingresó en el Instituto de las Siervas de María, en nuestra casa de Tudela, pasando después al Noviciado de Madrid. El 4 de Julio de 1925 vistió el Santo Hábito y el 25 de Julio de 1927 emitió los Votos Temporales, ofreciéndose al Señor con todo el fervor de su alma. El 9 de Agosto del mismo año fue destinada a la casa de Pozuelo de Alarcón, para ocuparse en los oficios domésticos, especialmente en el cultivo de la huerta. Para ella, todo se convertía en Capilla, así que en todas partes, se le veía recogida y unida a su Dios, a quien tanto amaba. El día 5 de Julio de 1933 emitió sus Votos Perpetuos en la misma casa de Pozuelo y a los tres años, pasaba a vivirlos en plenitud al cielo.
Sor Agustina se distinguió por su sencillez y fervor; era puntual a los actos de piedad y si le quedaba un tiempo libre entre sus ocupaciones, su predilección era acompañar a Jesús Sacramentado; era constante y ejemplar en su espíritu de mortificación. Tenía verdadero amor al trabajo y sus conversaciones casi siempre versaban sobre cosas espirituales.
Su disponibilidad y entrega no conocieron límites cuando los Superiores le confiaron el cuidado de Madre Aurelia, aceptando este servicio como “sagrado deber”, levantándose por la noche, cuantas veces la enferma la llamara, sin dar nunca la menor señal de contrariedad y haciendo con ella derroches de caridad.
En 1936, al tener que abandonar la casa de Pozuelo de Alarcón, es acogida con otras tres Hermanas en la misma familia, pero los milicianos la obligan a separarse de ellas. Se une a otra familia que huye hacia Las Rozas y allí, sola, es acusada de ser religiosa y de habérsele visto rezar. Su vida de 36 años es coronada con el martirio, el día 5 de Diciembre de 1936.