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Siervas de Maria

bANNER

Sábado, 03 Junio 2023 08:37

Sor Dolores Sáez de Arregui

Sor Dolores Sáez de Arregui Mendíjur

Celebra 75 años de vida consagrada

 

            Nuestra comunidad de Milán se vistió de fiesta para celebrar con gran gozo el 75 aniversario de profesión religiosa de nuestra querida Hermana Sor Dolores. Natural de Salvatierra, con presteza dio respuesta afirmativa al Señor de cielos y tierra que le llamó a ser su esposa como Sierva de María. Diligente y decidida no puso obstáculos a la gracia de Dios y comenzó su andadura vocacional que se afirmó con la profesión temporal en la Casa Madre. Desde joven fue destinada a la isla de Cuba, donde vivió hermosos momentos del ministerio, pero también el doloroso destierro al entrar el gobierno comunista de Fidel Castro. Es curioso que en las condiciones precarias de salud que se encuentra nuestra Hermana nunca ha olvidado su querida Cuba y goza al escuchar “Cuando salí de Cuba” del cantautor Luis Aguile. La mayor parte de su vida religiosa se desarrolló en Nápoles y ahora ya postrada en cama, Milán, es el escenario de sus alegrías y añoranzas.

            Nos llenó de alegría que Sor Dolores gozó su fiesta. El día anterior tal parecía que no se enteraba de nada, pero el día 27 de mayo en la mañana las Hermanas la llevaron en su silla de ruedas a la Eucaristía que presidió Fray Adriano Moraschini, OFM Cap, confesor de la comunidad. Toda la celebración estuvo muy atenta, incluso en los momentos que el sacerdote en su homilía se dirigía a ella requiriéndole si podía continuar, ella con una sonrisa asentía de buen grado. Fray Adriano dirigió una elocuente reflexión que comenzó así: “El primer sentimiento que sale hoy del corazón es la alegría. Después de 75 años de vida religiosa, Sor Dolores está aquí para dar gracias al Señor. ¿De qué cosa? ¿De su fidelidad? Fidelidad para ella no es una palabra, es una vida. No obstante, pienso que al centro de su reconocimiento está la fidelidad del Señor”. La fórmula de renovación fue leída por la Madre Irene Cerezo, superiora de la comunidad, contando con la atención expresiva de nuestra homenajeada.        

            En la sala de labor su comunidad con cinco Hermanas de Roma, le hicieron disfrutar en grande. En varias ocasiones se unió a los cantos españoles y mexicanos y reía aplaudiendo en los bailes recreativos. Sí, ciertamente que las palabras expresadas por Sor Ángela Bodego en la poesía que le dedicó, son las que toda Sierva de María podría expresar en una celebración tan significativa como esta: “¡Sí, ha merecido la pena!... Haber estado tantos años en el jardín de tus Siervas. Y merece la pena seguir, no pongo límites a tu Providencia, hasta que me llegue mi hora postrera, y me llames a tu casa Solariega”.

¡GRACIAS, SOR DOLORES,

POR TU EJEMPLO DE VIDA!